El tiempo del Adviento, que hoy comenzamos, nos prepara a la segunda venida del Señor y a la celebración de la Navidad. La primera lectura tomada del profeta Jeremías recuerda la promesa de Dios hecha al pueblo de Israel: el Mesías será descendiente de David y el Evangelio nos exhorta a que estemos vigilantes sin distracciones para que cuando Cristo vuelva podamos unirnos a Él y así, alcancemos nuestra plena liberación. Celebremos con gozo y piedad la Eucaristía.